Las almohadillas de los perros cumplen una función esencial en su movilidad y bienestar general.

Este tejido especializado permite que los caninos caminen, corran y salten con estabilidad, además de servir como protección frente a superficies abrasivas, temperaturas extremas y objetos puntiagudos.

Mantener las almohadillas en buen estado es clave para evitar molestias, lesiones o enfermedades que puedan afectar la calidad de vida del animal.

Contents

Qué son las almohadillas del perro

Las almohadillas de los perros son estructuras queratinizadas y acolchonadas situadas en la parte inferior de sus patas.

Están formadas por una combinación de tejido conectivo denso, colágeno y grasa, lo que les otorga flexibilidad y resistencia a impactos.

Estas estructuras desempeñan un papel similar al de los cojinetes en una máquina, amortiguando los golpes que se producen al caminar o correr.

Los perros tienen 5 tipos de almohadillas en cada pata:

  • Almohadilla metacarpiana o metatarsiana: la más grande y central.
  • Almohadillas digitales: situadas en los dedos.
  • Almohadilla carpiana: ubicada en la parte trasera de la pata delantera, ayuda en la estabilidad y el frenado.

Cada una de estas almohadillas contribuye al equilibrio, tracción y soporte del peso corporal del perro.

Para qué se utilizan las almohadillas

Las almohadillas de las patas del perro no solo sirven como amortiguadores, sino que también cumplen otras funciones relevantes.

Protección contra superficies adversas

Las almohadillas permiten que el perro pueda caminar sobre terrenos difíciles como asfalto caliente, suelos helados, arena, gravilla o piedras sin que se produzcan lesiones inmediatas.

Su tejido queratinizado actúa como una barrera natural ante agentes externos.

Aislamiento térmico

La grasa contenida en las almohadillas ayuda a mantener la temperatura corporal, reduciendo los efectos del frío o el calor extremo.

Sin embargo, a pesar de esta adaptación, el contacto prolongado con superficies muy calientes o heladas puede dañar la piel de las patas.

Tracción y estabilidad

El perro necesita estabilidad para desplazarse con firmeza en distintos terrenos.

Gracias a la estructura de sus almohadillas, puede caminar con seguridad sobre superficies lisas o resbaladizas, evitando caídas o resbalones.

Sensorialidad y percepción del entorno

Las almohadillas contienen terminaciones nerviosas que brindan información sobre la textura del suelo y la presión ejercida al caminar.

Esto es fundamental para la orientación y el ajuste de los movimientos.

Heridas en almohadillas de los perros

Las lesiones en las almohadillas de los perros son un problema frecuente que puede causar dolor, cojera o dificultades en la movilidad.

Algunas de las heridas más comunes son las siguientes:

  • Cortes o laceraciones: Ocurren cuando el perro pisa objetos afilados como cristales, piedras puntiagudas o metales. Estas heridas pueden ser superficiales o profundas, provocando sangrado y dolor.
  • Quemaduras y ampollas: Caminar sobre asfalto caliente, arena ardiente o superficies congeladas puede causar quemaduras en las almohadillas de los perros. Lesiones que generan enrojecimiento, inflamación y descamación de la piel.
  • Hongos en las almohadillas de los perros: Las infecciones fúngicas pueden desarrollarse en entornos húmedos, especialmente en perros que caminan con frecuencia sobre césped mojado o zonas poco ventiladas.  Se manifiestan con picazón, descamación y mal olor en la zona afectada.
  • Almohadilla del perro levantada: Cuando el tejido de la almohadilla comienza a desprenderse o agrietarse, el perro puede mostrar signos de dolor al caminar, cojera o lamido excesivo en la zona afectada.  Este problema puede deberse a un exceso de actividad física, exposición a químicos o infecciones.
  • Hiperqueratosis: La hiperqueratosis se caracteriza por un engrosamiento excesivo de las almohadillas, lo que puede generar fisuras o dolor.  Es común en perros mayores o en razas como el Labrador Retriever o el Cocker Spaniel.

Enfermedades que afectan a las almohadillas

Algunas enfermedades pueden comprometer la salud de las almohadillas, como:

  • Leishmaniosis: Puede provocar engrosamiento, descamación y úlceras en las almohadillas.
  • Lupus eritematoso sistémico: Una enfermedad autoinmune que genera lesiones en la piel y cojera.
  • Deficiencias nutricionales: La falta de zinc o ácidos grasos esenciales puede hacer que las almohadillas se tornen frágiles y propensas a lesiones.

Cómo curar estas heridas

El tratamiento de las lesiones en las almohadillas debe realizarse con cuidado para evitar complicaciones.

A continuación, se describen los pasos básicos para curar las almohadillas dañadas.

Limpieza de la herida

Se debe limpiar la zona afectada con agua tibia y jabón neutro para eliminar restos de suciedad. Si la herida es profunda, se recomienda aplicar un desinfectante sin alcohol.

Uso de productos específicos

Existen protectores para las almohadillas de los perros que ayudan a acelerar la recuperación y prevenir nuevas lesiones. En Japag Distribuciones puedes encontrar las mejores opciones para los cuidados de las almohadillas como los siguientes.

Anibio Plantipro

Anibio Plantipro es un bálsamo formulado con ingredientes naturales que favorecen la regeneración de la piel.

Entre sus propiedades destaca:

  • Hidratación y reparación profunda, evitando la sequedad en las almohadillas.
  • Efecto calmante, reduciendo el malestar en zonas agrietadas o inflamadas.
  • Protección contra agentes externos, formando una barrera natural ante superficies abrasivas.

Este producto es ideal para perros con almohadillas secas, agrietadas o con tendencia a la irritación.

K9 Competition Bálsamo

El K9 Competition Bálsamo es otro tratamiento eficaz para mantener las almohadillas en buen estado.

Entre los principales beneficios de su uso destacamos los siguientes:

  • Reparación de grietas y cortes, gracias a su fórmula rica en aceites esenciales.
  • Acción hidratante y protectora, previniendo lesiones causadas por frío o calor extremo.
  • Fácil absorción, sin dejar residuos pegajosos.

Este bálsamo es recomendado para perros activos o expuestos a superficies rugosas.

Si la herida no mejora en pocos días o si hay signos de infección, inflamación severa o cojera persistente, es fundamental acudir a un veterinario para recibir un tratamiento adecuado.

Cuidar las almohadillas de los perros es esencial para garantizar su movilidad y bienestar.

La prevención es clave, por lo que se recomienda revisar sus patas regularmente y utilizar protectores específicos cuando sea necesario.

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Jaime López

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